Emmanuel Macron concede la nacionalidad francesa al inmigrante maliense que salvó a un niño.
De la clandestinidad al cuerpo de Bomberos de París, pasando por el Elíseo. Mamoudou Gassama, un inmigrante maliense en situación irregular, se convirtió este fin de semana en un héroe en Francia después de que el sábado trepara la fachada de un edificio de apartamentos en París para rescatar a un niño de cuatro años colgado de la barandilla de un balcón.
Previamente, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, felicitó al joven: «Felicidades a Mamoudou Gassama por su valentía que salvó la vida de un niño anoche. Tuve el placer de hablar con él hoy por teléfono para agradecérselo calurosamente», dijo en Twitter.
«Bravo», ha dicho el presidente de Francia Emmanuel Macron al recibir en el Palacio del Elíseo a Gassama. «Todos los papeles van a ser regularizados», ha asegurado el jefe de Estado a este inmigrante indocumentado convertido en héroe nacional.
«Le he anunciado que en reconocimiento por este acto heroico va a ser regularizado lo antes posible y que el cuerpo de bomberos de París está dispuesto a acogerlo», ha explicado Macron en Twitter. El presidente francés también ha invitado a Gassama a presentar una solicitud de naturalización.
El ‘Spiderman’ de París también ha recibido una medalla y un diploma de la Prefectura de Policía por su «acto de valentía y servicio». Y será nombrado «hijo ilustre» de Montreuil, la localidad donde se encuentra el centro de acogida donde vivía hasta ahora. «Es un héroe para todos nosotros», ha dicho el alcalde de Montreuil, Patrice Bessac.
Gassama, un joven de 22 años originario de Mali, entró en Francia en septiembre de 2017 sin tener los papeles en regla. «Salí de Mali, pasé por Burkina-Faso y Níger y he llegado por Libia, en un barco. Fue muy difícil», ha explicado el joven maliense.
El niño, que se encontraba solo en casa cuando ocurrieron los hechos, ha sido enviado a un centro de acogida de menores. El padre ha sido detenido por la policía y se le ha abierto una investigación por eludir sus obligaciones parentales. El progenitor, que comparecerá ante el juez el 25 de septiembre, podría ser condenado a una pena de dos años de prisión y 30.000 euros de multa, según la prensa local.
Credito/Fuente: Elmundo.es
