Miles de usuarios decidieron quedarse con el Galaxy Note 7, luego de la sustitución que ofreció la compañía al suspender las ventas del smartphone debido a incidentes que implicarían la explosión de la batería de este modelo.
Pero ahora, la firma surcoreana ha decidido darles un ultimátum: si no lo entregan antes de que acabe marzo, el aparato quedará inutilizable.
Suspenden el servicio
Según medios coreanos, la compañía informó el viernes pasado que pretende «matar» los Galaxy Note 7 que no hayan sido devueltos a través de un software que instalará de forma remota y que impedirá que la batería pueda recargarse.
El primer llamado «urgente» para que los usuarios entregaran los celulares fallidos, cuyas escandalosas explosiones ocasionaron una crisis en su reputación (y en sus ventas), fue emitido por la empresa en octubre. Pero muchos usuarios lo ignoraron.
Esta vez, la medida es radical. «Esta última actualización impedirá por completo que los usuarios puedan usar el producto».
Fuente: Noticias24