Los beneficios de inscribir a los niños en cursos de música son múltiples y muy variados. La dinámica en sí es una gran terapia que ayuda al autodesarrollo de los menores, tanto en el plano personal como educativo.
La lista de razones es extensa, pero a continuación te enumeramos y explicamos siete, las más importantes, para que aprendas que estas clases no son una actividad más.
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Aumento de la memoria, la atención y la concentración
Al atender la melodía y la letra de las canciones, los niños aprenden a recordar y reproducir lo escuchado mientras se divierten cantando.
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Mayor facilidad para la resolución de problemas
La percepción de los patrones rítmicos aumenta el razonamiento del niño para encontrar soluciones a problemas matemáticos y de lógica.
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Estimulación de la imaginación y la creatividad
El reconocimiento de patrones rítmicos en una melodía actúa sobre la región creativa del cerebro, lo que desarrolla la imaginación.
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Aprendizaje y refuerzo del lenguaje
Las letras de nuevas canciones aportan palabras y sonidos para que el niño pueda ampliar su vocabulario.
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Desarrollo del equilibro y de los sentidos
Al bailar adaptando sus movimientos a los ritmos, el niño adquiere mayor coordinación, fuerza muscular y sentido espacial.
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Estimulación de las habilidades sociales
Bailes en grupo, grupos de canto. La música les da la oportunidad de interactuar con otros niños y con adultos, dándoles más ocasiones para desenvolverse en sociedad con naturalidad.
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Aumento de la autoestima
El aprendizaje de canciones y bailes aporta al niño mayor amor propio mediante una acción divertida y entretenida. Conseguir tocar una melodía con un instrumento provoca la misma reacción.
Fuente: El Nacional