Desde la confirmación del fallecimiento del joven César Pereira, tras recibir un impacto por arma de fuego en el abdomen el pasado sábado en la ciudad de Lechería, causó indignación y tristeza en gran parte del país.
Las lágrimas fueron el maquillaje principal para el dolor que embarga a la familia, del primer anzoatiguense que encabeza la lista de muertos por las protestas antigubernamentales en nuestro estado.
21 años, dirigente de Voluntad Popular y estudiante del segundo semestre de Publicidad y Mercadeo en el Iutirla, no le alcanzaron para conquistar el sueño que se propuso en las calles de “Una Mejor Venezuela”.
Sentidos homenajes, al estilo instrumental, marcaron el dolor del primer fallecido en el estado por protestar.
A las 8:00, la iglesia María Auxiliadora en el municipio morreño, sirvió como escenario, para que autoridades religiosas le brindarán el último adiós al estudiante.
Emotivas palabras del Obispo Jorge Aníbal Chacón, llenaron de fuerzas a los presentes para seguir luchando por sus ideales. Rechazando, desde la jerarquía católica más alta de la región, la idea de seguir terminando con los sueños de los jóvenes venezolanos, solo “por pensar distinto”.
Contenerse era inevitable. Una madre más, perdió a su hijo.
Gritos de Libertad, sinónimo de los estudiantes, precisaron el triste episodio que enlutó a una nueva familia venezolana.
Con las notas del himno nacional, sacerdotes despidieron al cuerpo de Pereira, quien ya reposaba en un féretro marrón, con el tricolor nacional.
Pasadas las 10:00 de la mañana, una procesión silente se dirigió hasta la plaza de Puerto Príncipe, para seguir homenajeando al primer caído de la región, quien fue denominado por el alcalde de Lechería como Hijo Ilustre de la ciudad.
Oraciones, abrazos, y emotivas palabras, no fueron suficientes, para controlar el dolor de una madre, quien despidió a su hijo, sin fuerzas para continuar.
El sitio donde resultó herido mortalmente, fue en el Peñón del Faro, en la ciudad morreña. Allí, cerca de la 1:00 de la tarde, arribó la procesión para elevar oraciones por el eterno descanso de César Pereira.
“Ni un muerto más”, es el clamor que hacen las madres venezolanas ya que pensar distinto no puede ser un delito.